Los individuos que nos pueden
El problema - Ricardo Arjona
La gente tiene sentimientos. Es un hecho.
La gente desarrolla afecto y emociones hacia sus pares, hacia su entorno. Pero siempre en diferentes grados. Hay quienes generan heridas superficiales que no dejamos cicatrizar, heridas superficiales que tapamos con una gaza e impedimos que se curen. Hay, también, quienes nos hieren en lo más profundo de nuestro ser, heridas que generan que nos llueva la mirada y se nos desgarre el alma. A estos últimos los seguimos perdonando y seguimos dejando en el pasado el puñal que dejaron dentro nuestro. Es que ¿siempre está esa persona que nos puede? Si, siempre está el individuo al que no podemos decirle que no, correrle la cara o negarle un abrazo, un consejo, una mano o un hombro.
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